En el mundo de la publicidad y del marketing existe un conflicto continúo basado en contar historias que lleguen al corazón de los usuarios. Este concepto abarca todo el inbound marketing desde la comunicación empresarial y de marca.
Y es que resulta extremadamente importante ser afectivos con nuestras historias a la hora de vender nuestros productos o servicios, pues cada vez son más parecidos a los de nuestra competencia y tenemos que diferenciarnos de ella. Cierto es que hay productos que se diferencian, pero tenemos que marcar la diferencia con la historia que contamos, así como el contenido que compartimos sobre ellos para hacer sentir a nuestros usuarios que podemos cubrir sus necesidades.
Por eso, debemos hacer uso de todo los sentidos emocionales como la imagen, el sonido o la experiencia. De este modo, hacemos al lector partícipe de la comunidad que crea la marca. Si consigues influir en las emociones de los usuarios, obtendrás clientes fieles a la marca.
Dejar huella en los lectores de nuestro contenido es algo, muchas veces complicado, pero que nos proporcionará éxito en nuestras campañas de producto o servicio. Muchas decisiones de compra se basan en emociones causadas en pocos segundos por un mensaje de la marca. Crear confianza y emocionar al lector debe de ser el principal aliciente de tus contenidos.
A nivel humano, las emociones delimitan lo que percibimos para interpretarlo personalmente, basándonos en nuestros valores y sentimientos. De hecho, habrás notado, cuando estás cansado o estresado, que no percibes la misma realidad si estuvieras sereno y tranquilo, y, por lo tanto, no tomas las mismas decisiones.
Tienes que tener en cuenta que en internet hay miles de contenidos como los tuyos en los que las empresas intentan enamorar y embaucar a los mismos lectores que tú, por lo que tendrás que diferenciarte de la competencia continuamente. Si escribes de corazón a corazón, tu posibilidad de éxito aumenta, pues engancharás al lector creándole confianza, empatía y atracción, de modo que se quede en tus perfiles durante más tiempo.
¿Te emocionarías al leer un texto comercial con faltas de ortografía? ¿Qué pensarías de la compañía? Estoy seguro de que no apostarías por esa marca, pues notarías una falta de profesionalidad y una desconfianza que influiría negativamente en tus decisiones de compra.
A nivel objetivo, no podemos afirmar que cometer faltas ortográficas se relacione con la calidad y oferta del servicio o producto, pero lo que percibimos e interpretamos de dichas faltas sí. Pues si percibimos que no cuidan sus narrativas comerciales, podemos pensar que tampoco cuidarán de sus productos o servicios.
Para ayudarte a redactar tus textos de forma emocional y atractiva, has de saber a quién te diriges y conocer sus necesidades. No puedes tocar las emociones de todo el planeta, pero si te diriges a un público concreto, sabrás qué mensajes enviar, qué tono de voz emplear y con qué emociones jugar para dirigirte a tu público objetivo.
Así bien, existen recursos narrativos que pueden ayudarte a hacer de tu narrativa comercial una narrativa emocional para tu público:
Acuérdate de lo que hacías de pequeño, los juegos a los que jugabas, los viajes en familia que hacías o incluso recuerda tu colegio o instituto. Estoy seguro de que te pones sentimental al recordarlo o hablar de ello. Utiliza este sentimiento en tus textos y provocarás eso en tus lectores.
Si haces una receta con todos estos ingredientes podrás enamorar al lector con tus textos y artículos. No olvides que necesitamos de emociones fuertes que nos despierten sentimientos para interesarnos en algo. Ya tienes las claves, ahora trabaja en despertar las emociones de tus lectores