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El plagio es uno de los principales impedimentos para que tus textos adquieran un buen posicionamiento en Google, ya que esto es algo que el buscador castiga severamente, pues cualquier indicio de plagio pierde toda posibilidad de obtener un posicionamiento SEO alto y efectivo.
Este buscador generalmente favorece los mejores resultados y, dentro del uso de las palabras clave, se premia altamente la originalidad, entonces, cualquier intento de faltar a esta premisa es vista como una falta a la política del proceso de búsquedas y por ello se generan no menos que castigos para aquellos contenidos copiados.
Se considera plagio a cualquier copia realizada sobre la sustancia de una obra ajena haciéndola pasar por propia. Es importante hacer la diferencia entre plagiar y citar, ya que la segunda tiene en cuenta en todo momento al autor original y es considerada una práctica legítima y más que enriquecedora para cualquier obra o creación.
En primer lugar, es importante tener presente que el plagio es una práctica desleal de usurpación de identidades y obras, por lo que por cuestiones morales no debería practicarse. Por otro lado, y como añadido, es una acción que puede resultar letal para el posicionamiento SEO de cualquier contenido web.
Esta práctica se ha llevado a cabo durante mucho tiempo y esto se ha visto reflejado en lo que conocemos como los SEO Black Hat, que estaban repletos de plagios y copias descaradas saltando sobre cualquier regla establecida por Google. Ha habido numerosos espacios dentro de internet que han llevado a cabo estas prácticas de robo de propiedad intelectual sin límites ni miramientos, haciendo ligeros e insignificantes cambios en los textos y contenidos publicados (títulos, palabras resaltadas, imágenes, etc.) Esto terminó provocando que la calidad de los contenidos publicados fuera reduciéndose notablemente.
Con toda esta situación y la amenaza de bajada constante de la calidad de los contenidos del buscador, Google terminó haciendo más estrictas sus normas y generó un algoritmo llamado Panda para asegurar la oferta de un contenido útil y de calidad. Mediante este se generan varias respuestas a los plagios y castigos para la terrible práctica del copypaste. Estas sanciones se dan por niveles o grados, siendo tres las formas posibles de limitar o terminar con las copias. La primera de ellas, las más suave, es el baneo.
Con el baneo las SERP (Search Engine Result Page) dejan de mostrar resultados de dichas páginas en la búsqueda de keywords utilizadas por la misma, pero es cierto que la página se mantendrá indexada. Esta medida es bastante severa, pero no tanto como lo es el segundo grado de castigo de Google, que plantea la eliminación completa de la página web. Finalmente, el tercer grado de penalización y el peor de ellos es la denuncia, ya que el plagio es considerado un delito y Google tiene en sus manos la posibilidad de poner una denuncia con fuertes consecuencias legales contra la entidad.
Hay que tener en cuenta que todos estos castigos o penalizaciones mencionados no afectan a aquellos contenidos originales. Bien es cierto que siempre viene bien conocer qué herramientas existen para detectar los contenidos copiados o plagiados y así poder evitar la posibilidad de generar o publicar posibles plagios involuntarios, que se pueden dar de manera inofensiva. A continuación, te presentamos algunas de las plataformas que podrás utilizar con este fin preventivo.
En español es una de las más utilizadas por redactores y creadores de contenidos. Esta plataforma requiere registrarse previamente a hacer uso de ella y generará un análisis de tus textos para esquivar o salvarse a los límites del algoritmo Panda. El proceso lo hace la plataforma de manera automática una vez subido el texto.
Esta página es utilizada por más de un millón de usuarios alrededor de todo el mundo, entre ellos instituciones educativas. Se puede utilizar desde Google Docs, cuestión muy favorable y cómoda en el momento de trabajar con un gran número de palabras.
Esta es otra de las herramientas de mayor prestigio y calidad en la detección de plagios. Es utilizada principalmente por estudiantes, pero resulta altamente funcional también para aquellos espacios o páginas web en las que los contenidos son muy parecidos entre sí. Cuenta con una comprobación de fuentes propias, lo que ayuda a evitar el autoplagio. Esta plataforma es de pago.
Podríamos decir que esta es una de las plataformas más anunciadas, seguramente hayas visto en YouTube esta web como un recurso para corregir gramaticalmente textos en inglés. Una de sus funciones es también la detección del plagio, aunque es cierto que esto se realiza únicamente en inglés. Esto puede ser una ventaja en caso de tener contenidos publicados en este idioma, ya que previenes posibles plagios y además recibes un informe de análisis y corrección gramatical, ortográfica y de estilo.
Prácticamente todos los detectores de plagio hacen uso de los mismos mecanismos de análisis, pero es bueno que encuentres aquella que mejor se adapta a ti y a tu página web e implementes su uso como una cuestión rutinaria en tu proceso de creación de contenidos.
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