Ventajas de ser un fantasma

¿Qué es un escritor fantasma y en qué consiste su trabajo?

Un escritor fantasma es aquel que se dedica a escribir contenido para las webs de las empresas de manera totalmente anónima. Los especialistas de marketing online conocen esta figura, pues en muchas ocasiones la emplean para redactar contenidos que ellos no conocen o no tienen tiempo de hacerlo, con la desventaja de que nunca se conocerá al escritor, sino que el titular oficial que aparezca en el texto será otra persona.

Este tipo de figura suele estar muy presente en las webs y blogs que ofrecen contenido interesante sobre temas específicos. Por ejemplo, en blogs de empresas de viajes o servicios, esta figura está muy presente.

Los ghost writers son capaces de escribir contenidos de mucha calidad y sobre temas muy variados como puede ser el ocio, los viajes, la gastronomía, los deportes, etc. Han estado presentes durante muchos años, sin embargo, cada vez están cogiendo más peso por la importancia de redactar nuevos contenidos que estén actualizados y sean de calidad.

Y te preguntarás por qué estos contenidos no los redactan las personas internas de la empresa. La razón es clara: hay que profesionalizar los contenidos. Tanto para ganar peso en los buscadores online como para ganar clientes, tu contenido debe ser profesional, único y veraz. Para redactar este tipo de contenidos se requiere de mucho tiempo, experiencia y habilidad, por lo que muchas empresas prefieren externalizar esta actividad y asegurar de que sus contenidos online que le llegan a miles de personas gocen de la calidad de la empresa.

Ventajas de ser un ghost writer.

Como has visto, las empresas optan por esta figura para mejorar sus condiciones online y aumentar así el número de conversiones de clientes. Estos profesionales de la redacción de contenidos online “en la sombra” tienen ciertas ventajas:

• Legalidad sobre el plagio. Dado que estos contenidos, legalmente, estarán escritos por otra persona, sobre el fantasma no caerá ningún tipo de pena en cuanto al copyright del contenido, sino que caerá sobre la persona que firma el texto en la web.
• Condiciones laborales. Cada ghost writer pacta sus propias condiciones con la empresa a la que presta sus servicios. De esta manera, llegan al acuerdo de fechas de entrega, características del servicio, precio, etc. Además, el escritor fantasma recibirá toda la información sobre los temas a tratar.
• Demanda profesional. A este tipo de escritores nunca les falta trabajo, pues la demanda es cada vez más alta y son pocos privilegiados los que conocen esta profesión. Cada vez son más los textos que hay que redactar y actualizar, por lo que siempre hay trabajo para estos escritores.
• Contrato laboral o autónomo. Tanto si se prestan servicios por cuenta ajena como por cuenta propia, siempre estarán bien pagados. Además, podrás gozar de marcarte tus propios tiempos, su eres autónomo o de unas muy buenas condiciones laborales, como el resto de los compañeros, si te contrata la empresa.

Desventajas de ser un ghost writer.

Pero no todo son ventajas. Debes tener presente ciertas desventajas que surgen de ser un ghost writer:

• Remuneración. No vas a tener un sueldo estable todos los meses, pues ganarás en función de los artículos o contenidos que seas capaz de redactar en el mes o periodo de facturación. Debido a esto, muchos redactores se toman este trabajo a modo de ingresos extra y lo hacen en sus ratos libres o fines de semana para aumentar su nivel económico.
• Derechos de autor. Para muchos, trabajar y que se publique su trabajo en nombre de otra persona puede resultar frustrante, y más si ha ganado éxito con su trabajo y la gente lo valora. Si eres un ghost writer debes saber que nunca ganarás esa fama, pues el reconocimiento se lo llevará quien firme finalmente el texto.
• Confidencialidad. Aunque tengas éxito con tus textos, nunca podrás desvelar quién te contrató o para quien trabajaste. Esto son datos privados que la mayoría de empresas te hacen firmar para que nunca se revele esta figura del redactor fantasma.
• Seguir órdenes. Otra de las desventajas es que siempre deberá seguir las instrucciones que te marquen desde las directrices de la empresa que te contrata. En este aspecto, pierdes esa parte creativa de la que todos los escritores gozan.